martes, 7 de mayo de 2019

7. Mamá: psicología sana



“No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones”, escribió el psicoterapeuta Jorge Bucay. Como en toda vida humana, los días buenos y malos aparecen con normalidad. En el caso de la atención de un niño con discapacidad, la intensidad de los días es a doble revolución. Así me topé con dicha novedad:

Durante una de las tantas sesiones de psicología grupal en Fasinarm, la psicóloga nos indicó: “Recuerden que ustedes deben primero estar bien, para que puedan ayudar a que sus hijos estén bien. No pierdan sus sueños, sus anhelos”.

Acto seguido cada madre empezó a nombrar qué sueños particulares tenían para sí mismas. Que si querían poner un negocio personal, capacitarse un poco más a nivel profesional, dedicar un poco de tiempo a las amigas o simplemente ponerse en forma, etc. Cada una tenía un deseo para sí. 



Lo cierto es que, con tanta atención que requieren nuestros niños y si a esto se suman las tareas cotidianas del hogar y/o del trabajo profesional y otras situaciones de vida, poco o nada de tiempo queda para la recreación sana de la mente de una madre.

Desde aquel día hasta hoy he tratado de abrirme espacios breves de atención a mí misma. No ha sido sencillo y aún sigo en este intento con afán pues, con dificultad, he logrado comprender lo bueno de establecer un equilibrio en las emociones y sueños diarios de una madre para refrescar enfoques de desarrollo familiar (primer terreno fértil de las prácticas inclusivas).



2 comentarios:

DAL dijo...

Siempre es recomendable tomarnos un minuto para poder respirar un poco, comer un capricho, irse al cine etcétera, la vida nos brinda día a día frutos y tenemos que sacarle a estos todo su jugo.
Un abrazo, felicitaciones con tu blog.

Nelson

Fátima Ordóñez dijo...

Excelente, Nelson. Gracias por recordarlo. Un abrazo, saludos.